En la antigua China, el Feng Shui no era solo una herramienta para colocar bien los muebles o atraer buena suerte. Era una ciencia estratégica, una filosofía práctica, y una brújula energética que guiaba la vida cotidiana y las grandes decisiones del imperio.
Su aplicación iba mucho más allá de los espacios físicos. Se usaba para elegir el mejor momento para sembrar, casarse, celebrar rituales, enterrar a un ancestro, construir un templo, ciudades como Beijing o planificar una campaña militar. Era un conocimiento reservado a sabios, médicos, astrólogos y por supuesto, a los emperadores, que lo aplicaban de forma rigurosa para asegurar el equilibrio, la protección y la prosperidad de su reino.

Incluso el lugar donde dormían los emperadores se elegía según la estación del año y la energía cósmica del momento, en sintonía con las constelaciones y el movimiento del Qi en el tiempo y en el espacio.
El Feng Shui y la salud: la visión del médico tradicional chino
En paralelo, los médicos de Medicina Tradicional China también comprendieron —y aplicaron— este principio fundamental: la salud de una persona no depende solo de su cuerpo, sino también del lugar donde vive y trabaja.
Un entorno en desequilibrio puede afectar al sueño, la concentración, el descanso, la inmunidad, el deseo sexual, la armonía en las relaciones, al flujo del Qi vital, generar caos mental etc. y por tanto afectar directamente al estado emocional y a la salud.
Como terapeuta especialista de Medicina Tradicional China, recuperar esta sabiduría y aplicarla a los espacios de quienes me consultan me permite ofrecer un abordaje verdaderamente integral, donde el entorno también forma parte de la sanación.
Incluir el Feng Shui en un proceso de sanación, evolución o crecimiento personal es volver a mirar el todo: cuerpo, mente, entorno, tiempo y energía.
¿Por qué cada vez más personas hacen estudios de Feng Shui?
En un mundo donde el estrés, el ruido y la desconexión están a la orden del día, cada vez más personas buscan recuperar la armonía. Y se dan cuenta de que no basta con meditar, hacer deporte o comer sano si su casa o su negocio les genera tensión, cansancio, desorden o estancamiento.

Hoy, quienes se interesan por el Feng Shui no lo hacen por superstición. Lo hacen porque quieren resultados reales y coherentes: sentirse mejor, descansar más profundamente, pensar con claridad, atraer mejores oportunidades, vivir con más propósito…
Y descubren que su espacio puede ser un gran aliado para lograrlo.
Principales motivos actuales para hacer Feng Shui en hogares:
- Dormir mejor y despertarse con energía
- Mejorar la comunicación en pareja o familia
- Sentirse más centrados, en paz y con claridad mental
- Favorecer la fertilidad
- Encontrar motivación, propósito o nuevas ideas
- Aumentar la prosperidad o desbloquear situaciones laborales
- Preparar un hogar para atraer pareja, armonía o bienestar general
- Cambiar de ciclo vital: mudanza, separación, jubilación, maternidad, etc.

¿Y en empresas y negocios?
- Atraer más clientes desde el escaparate o la entrada
- Mejorar el ambiente laboral, reducir rotación y aumentar el foco
- Incrementar la rentabilidad desde un diseño consciente del espacio
- Transmitir confianza, profesionalidad y bienestar al entrar
- Activar zonas concretas para generar más ventas o fluidez económica
- Ayudar al equipo a tomar decisiones con más claridad y sin bloqueos

Una tendencia en crecimiento: de los emperadores a las grandes empresas
Hoy, lo que fue una sabiduría exclusiva para emperadores se está recuperando con fuerza en todo el mundo. Y no solo en entornos espirituales o alternativos. Empresas de primer nivel como Google, Microsoft, Disney, The Body Shop o Marriott Hotels han aplicado el Feng Shui en sus oficinas, centros de trabajo y espacios de atención al cliente para potenciar la productividad, el bienestar del equipo y la experiencia del usuario.
Cada vez más arquitectos, diseñadores y promotores lo integran en sus proyectos. Y cada vez más personas lo eligen como herramienta estratégica para acompañar grandes decisiones: mudanzas, reformas, aperturas de negocio, o simplemente… una nueva etapa de vida.

Tu espacio puede ser tu mejor medicina
Tu casa, tu consulta, tu oficina o tu local comercial no son solo un contenedor físico. Son organismos vivos, cargados de energía, que influyen (y mucho) en cómo te sientes, cómo piensas y cómo actúas.
El Feng Shui bien aplicado no es magia ni decoración. Es lógica energética. Es orden, fluidez, dirección.
Y si sientes que es el momento de dar un paso más, de crear un espacio que te apoye, te sostenga y te potencie…
Estoy aquí para ayudarte a lograrlo. Con rigor, con sensibilidad y con una visión médica y energética completa.

Soy Juan Ruiz y mi relación con la Medicina Tradicional China comienza cuando un niño acompañaba a su hermana a una consulta de terapias naturales, en la que el terapeuta tenía el hábito de poner dos agujas en la muñeca del paciente para relajarlo. Me llamó tanto la atención que insistí en que me pinchara y el efecto que tuvo en mí esas agujas me pareció literalmente MAGIA, me impacto de tal forma que la imprenta que dejó sigue presente aún en estos días.
Me formé en la Escuela Superior de Medicina Tradicional China de Madrid obteniendo el título de “Estudios Superiores de Medicina Tradicional China” con una doble titulación: Por una parte la que emite la Fundación Europea de MTCI en colaboración con las Universidades de Medicina China de Beijing y Yunnan y por otra la expedida como título propio por la Universidad Europea del Atlántico.
Hasta la fecha no he dejado de formarme; una vez terminados mis estudios superiores en Medicina Tradicional China prosigo adquiriendo conocimientos buscando continuamente las herramientas más efectivas y las formaciones mas relevantes.